ME
ACUSA
Su negra
mirada
me
desnudo por completo,
dejo
sus huellas marcadas
dulcemente
apasionadas,
en
el alma y en la piel.
Se
fue sin decirme nada
causándome
un dolor muy cruel,
Ahora
me acusa
de
ser una cualquiera,
porque
mis caricias
le
persiguen por doquier.
Si
hay alguien que sea justo,
le
pido que no seas tu
mi
verdugo, ni mi juez,
por
que no puedo olvidar
que
en tú vida fui yo
quien
mas te quiso.
Lo
único que puedo pedir
a
favor de mi defensa,
es
que salgas de mi vida,
porque
si he de pagar mi condena
que
no seas tu mi verdugo
en
este mundo cruel.
Por
que no quiero vivir
teniendo
un juez como tú,
que
me acusa de ser
una
perdida cualquiera,
por
amarte sin condición.
Recordando
aquellas noches
que dormiste
en mis brazos,
yo fui
quien te puso un pedestal
que
tú no merecías,
quedando
prendido el perfume de tu piel.
Autora: Maricela G. Cerón
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